Ah pero no sabés cómo me lo cogí

Como les decía la otra vez, acá en Barcelona se coge y de lo lindo. Anoche resulta que estaba volviendo de bailar completamente desconado cuando de pronto me tomé el metro así tuuqui, tranqui pero no podía más.. estaba que me caia para un costado y para el otro, cabeceaba como rollinga de calza y polainas. En una de esas abro los ojos y estaba en LA TERMINAL. Onda "la concha de mi madre", automáticamente me quise rebanar las bolas en juliana. Me levanté y me cambié de tren para ir al que ya salia de vuelta, a los dos minutos abro los ojos y me encontré con el horror. Estaba otra vez EN LA TERMINAL. Sí, la del otro lado. Me invadió una sensación de frustración, de "que paja" y de "la concha de mi madre" otra vez. Analizando brevemente la situación, me dije a mi mismo que no había otra forma para ir a casa que la de tomarme el metro OTRA VEZ hasta Badal. El gran desafío era cómo mierda hacer para a) no martillarme el escroto por pelotudo y b) no quedarme completamente dormido OTRA VEZ.

Finalmente a eso de las 7:30hs, llegué a casa después de una travesía que duró más o menos dos horas. Al llegar, mis amigos me dijeron "wenaaa capo te fuiste con una minitaa??" a lo que contesté "no, me quedé dormido en el subte como un mogólico" Voy a obviar las gastadas que siguieron.

Con mis últimas fuerzas, no tuve mejor idea que ponerme a contar la cantidad de estaciones que recorrí. A continuacíón les dejo una fotito con el trayecto y el resultado del recuento.

55. Es el numero de martillazos que me hubiera pegado en las pelotas de haber tenido un martillo. Casualmente coincide con el número de estaciones.