Y por si alguno se preguntaba qué pasó con mi cuarto.

Y porque alguno por ahí se preguntaba qué pasó con mi cuarto pensé que si hoy no escribía, entonces no lo hacía más. La FIUBA es una mujer bastante demandante, por momentos me preocupa (me encantaría poder decir que me ocupa, pero no puedo mentirme a mí mismo) más de lo que debería. Por eso a veces nos peleamos y discutimos, pero siempre llegamos a buen puerto. Un poco de lo que pasó en este tiempo fue bochar EcoII e IPC (pero meter Legal, guarda) y rendir las dos otra vez quedando ahora a la espera de las notas, con una mano tocando madera mientras cruzo los dedos y con la otra agarrándome el huevo izquierdo. Así, como si fuera una aceituna. Y nada mejor para la transición que una víspera de feriado con cumpleaños incluido (no mío, pero gracias por los saludos). Una excelente noche, de FIESTA como hace tiempo no tenía, fijate que lo puse en mayúsculas. Y ahora este día dominguero inmejorable, donde más de uno se debe haber levantado después de las doce (algo me dice que la gente en general necesitaba este feriado). Así que hoy aproveché para descansar la cabeza de las preocupaciones, que son lo que más nos cansan y no nos damos cuenta hasta que no las tenemos.

Y este día no se por qué, pero creo que muchos también lo usaron para dominguear. Yo, por ejemplo, ordené el cuarto. Debo decirles que aprendí muchas cosas este mes y casi dos que pasaron desde que dije que iba a mantener mi cuarto en orden por 30 días. Para empezar, les puedo decir con total seguridad que me eduqué (hace tanto que no escribo esa palabra que hasta me resultó raro que vaya con "q", hagan la prueba van a ver cómo se sorprenden). Los primeros días el cuarto estuvo inmaculado, pero luego alcanzó un equilibrio entre mi personalidad y el orden con el cuál me sentí muy a gusto. Algunas cosas andaban por ahí "no guardadas", que no es lo mismo que "fuera de lugar", pero porque eran cosas que a) iba a usar al día siguiente o b) eran de uso frecuente, como ser una ocasional muda de ropa al pié de la cama u hojas arriba de la mesa por haber usado el bolso para meter la ropa de fútbol. Me dí cuenta que con muy poco se puede lograr un ambiente cómodo, no tan estridente y lleno de información por todos lados, sino más armonioso. La cama y la ropa representan el 80% del desorden, acá también aplica Pareto. Además aprendí de mi cama. No aprendí cómo hacer cualquier cama, aprendí cómo hacerla a ella para que sea exactamente lo que quiero. Las sábanas tensas y con tantas frasadas como creo que voy a querer esa noche para no pasar frío. Aprendí también que tengo perchas buenas y perchas malas, ahora mimo a la ropa que más me gusta.

Puedo aprender cosas y puedo educarme, pero todo paso a paso. No puedo pretender escribir un mes seguido todos los días, es un paso demasiado grande. Vamos por partes.