Con esa consigna volvía anoche de lo de Manteca, gran amigo mio y de la noche, a eso de las siete de la tarde. Me había juntado a estudiar para el parcial de Operativa, el cuál rindo mañana y todavía estoy en pelotas, pero tuve que dejar el estudio por la mitad, pasa que le había prometido a Marian que iba a ir a verlo tocar ese mismo día. Es más, el día anterior se había tomado la molestia de pasar por casa a dejarme la entrada y todo. No podía fallarle y tampoco quería pero, a decir verdad, estaba hasta las manijas con el exámen de mañana -todavía lo estoy- y no estaba con demasiadas pilas.
De todas formas, cuando sea grande no me voy a acordar del parcial de esa materia de mierda, me voy a acordar de cuando fui a ver despegar a Anima Triple, antes de que sean millonarios e inaccesibles. Me tomé el tren hasta Retiro, de ahí el 130 hasta un bar de la zona donde con unos amigos tomamos unas birras y miramos el primer tiempo de lo que más tarde sería el partido que consagraría a Hindú como tetra campeón del torneo de la URBA. La segunda parte la dejamos de garpe y caminamos un par de cuadras hasta Balcarce al 400. Pensar que ahí tocaron grandes como Charly y el Flaco, y ayer tocaban en ese mismo escenario dos amigos que conozco desde la secundaria: "Loncha" y "El Bala" para mí, Marian y Kano para las groupies.
Más de 250 personas coparon La Trastienda anoche, todos expectativos de lo que sería la presentación del nuevo disco de A3, que le da el nombre a este post. Hablando con Marian antes del recital, me contó que estaban todos muy nerviosos por ser ese un momento visagra en la carrera de la banda -es que uno no toca todos los días ahí, era para estar cagado hasta las patas-. Esta vez el show era de ellos, no eran teloneros de nadie, y bien merecido lo tienen, después de cuánto? Seis años tocando? Apenas puse un pié adentro, la tremenda voz de Juan Huertas -carismático cantante y guitarrista de la banda- hinundó el lugar. "Un día todo falló" vibraban sus cuerdas vocales con 21/09, tema con el que abrieron una noche difícil de olvidar. Ese día no fue ayer, Juan. Salvo un par de acoples entre temas, nada que no le pase a cualquiera, el sonido fue increible. Tocaron un par de temas acústicos, y también temas de su primer disco "Caminos Invisibles", ese que los amigos nos sabemos de memoria. Incluso subió Terry Languer, guitarrista de Carajo y amigo de la banda, a tocar con ellos.
Mientras estaba ahí, viéndolos arriba del escenario, me di el lujo de hacer un poco de pogo con los más jóvenes, yo estoy medio viejo para esas cosas...(o tal vez no). Atajé un palo de la bata y me aseguré mi jubilación; cuando sean más grandes -siempre se puede ir más arriba, y estoy seguro de que ellos van a llegar- ese palito va a valer sus mangos en e-bay. Sinceramente, fuí para hacerles el aguante, y me volví con ganas de más. Todo merito de ustedes, chicos.
Cuando por fin me pude despegar un poco de la distorsión y los sublimes golpes que Kano le propinaba a la bata (gran batero si los hay), no pude evitar pensar qué estarían pensando ellos en ese momento. Estar ahí arriba, haciendo lo que más te gusta, mirar para abajo y ver un montón de gente, algunos conocidos y muchos otros que nunca antes viste -pero ellos sí a vos- moviéndose al ritmo de tus temas, cantando tus canciones, debe ser una sensación inigualable. Pibes que después del recital se van a su casa y un día cualquiera ponen tu disco al palo y se revientan los tímpanos sintiéndo eso que creaste. Es algo difícil de entender, casi místico. Debe ser lo más parecido a la omnipresencia e inmortalidad que se puede llegar. Pensar en esto me produjo una inevitable sensación de felicidad, por ellos, que tanto la remaron y finalmente ahí estaban, en La Trastienda, tocando donde tocan los grandes, donde se merecen estar.
Tyler.
De todas formas, cuando sea grande no me voy a acordar del parcial de esa materia de mierda, me voy a acordar de cuando fui a ver despegar a Anima Triple, antes de que sean millonarios e inaccesibles. Me tomé el tren hasta Retiro, de ahí el 130 hasta un bar de la zona donde con unos amigos tomamos unas birras y miramos el primer tiempo de lo que más tarde sería el partido que consagraría a Hindú como tetra campeón del torneo de la URBA. La segunda parte la dejamos de garpe y caminamos un par de cuadras hasta Balcarce al 400. Pensar que ahí tocaron grandes como Charly y el Flaco, y ayer tocaban en ese mismo escenario dos amigos que conozco desde la secundaria: "Loncha" y "El Bala" para mí, Marian y Kano para las groupies.
Más de 250 personas coparon La Trastienda anoche, todos expectativos de lo que sería la presentación del nuevo disco de A3, que le da el nombre a este post. Hablando con Marian antes del recital, me contó que estaban todos muy nerviosos por ser ese un momento visagra en la carrera de la banda -es que uno no toca todos los días ahí, era para estar cagado hasta las patas-. Esta vez el show era de ellos, no eran teloneros de nadie, y bien merecido lo tienen, después de cuánto? Seis años tocando? Apenas puse un pié adentro, la tremenda voz de Juan Huertas -carismático cantante y guitarrista de la banda- hinundó el lugar. "Un día todo falló" vibraban sus cuerdas vocales con 21/09, tema con el que abrieron una noche difícil de olvidar. Ese día no fue ayer, Juan. Salvo un par de acoples entre temas, nada que no le pase a cualquiera, el sonido fue increible. Tocaron un par de temas acústicos, y también temas de su primer disco "Caminos Invisibles", ese que los amigos nos sabemos de memoria. Incluso subió Terry Languer, guitarrista de Carajo y amigo de la banda, a tocar con ellos.
Mientras estaba ahí, viéndolos arriba del escenario, me di el lujo de hacer un poco de pogo con los más jóvenes, yo estoy medio viejo para esas cosas...(o tal vez no). Atajé un palo de la bata y me aseguré mi jubilación; cuando sean más grandes -siempre se puede ir más arriba, y estoy seguro de que ellos van a llegar- ese palito va a valer sus mangos en e-bay. Sinceramente, fuí para hacerles el aguante, y me volví con ganas de más. Todo merito de ustedes, chicos.
Cuando por fin me pude despegar un poco de la distorsión y los sublimes golpes que Kano le propinaba a la bata (gran batero si los hay), no pude evitar pensar qué estarían pensando ellos en ese momento. Estar ahí arriba, haciendo lo que más te gusta, mirar para abajo y ver un montón de gente, algunos conocidos y muchos otros que nunca antes viste -pero ellos sí a vos- moviéndose al ritmo de tus temas, cantando tus canciones, debe ser una sensación inigualable. Pibes que después del recital se van a su casa y un día cualquiera ponen tu disco al palo y se revientan los tímpanos sintiéndo eso que creaste. Es algo difícil de entender, casi místico. Debe ser lo más parecido a la omnipresencia e inmortalidad que se puede llegar. Pensar en esto me produjo una inevitable sensación de felicidad, por ellos, que tanto la remaron y finalmente ahí estaban, en La Trastienda, tocando donde tocan los grandes, donde se merecen estar.
Tyler.
Link: Anima Triple
gran reseña Tyler, me dieron ganas de escucharlos.
ResponderEliminarvoy a youtubearlos para ver qué onda, La Trastienda no es para cualquiera
Bien por ellos, y espero que te vaya o haya ido bien con el parcial. Te mandaste unos errores de ortografia bastante grosos eh... ojaldre!
ResponderEliminarDiste ganas de saber un poco sobre ellos...
ResponderEliminarAlgun link que sugiera Don?
Si señor, debajo en el link tiene el link a la web
ResponderEliminares www.animatriple.com.ar
Yo tambien tengo un amigo que le dicen "Manteca" ... será casualidad?
ResponderEliminaralarma de grupo de facebook: "Yo también tengo un amigo que le dicen 'Manteca'".
ResponderEliminarOk, a escucharlos entonces.
ResponderEliminar(chts, Tyler, es inundado, sin hache)
pelotudo a manivela, esta el link ahi!
ResponderEliminarahora voy!