Tridente: Mucho mejor que la piedra, el papel y la tijera.

Recuerdo una vez en el colegio cuando Miss Peggy, nuestra profesora de Psicología, nos mandó a leer unos textos sobre la teoría del psicoanálisis. Si mi memoria no me falla, recuerdo haber leído una frase que decía más o menos así.

"los que tienen el Superyo más desarrollado, la pasan como el orto"

No voy a entrar en detalles técnicos sobre la asignatura, no solo porque no quiero ser aburrido, sino porque no se lo suficiente y no quiero que ningún psicólogo me faje por falaz. Solo un renglón o dos para que se entienda el punto.

El Superyo es la parte del aparato psíquico (whatever that means) que incorpora todo lo que son las normas de la sociedad. Es decir, una persona con el Superyo muy desarrollado, es una que tiene una estricta conciencia moral sobre qué esta socialmente aceptado y qué no, qué corresponde y qué no, y qué está bien y qué está como el orto, según la sociedad en la que vive el individuo.

Podés creer o no en todo esto del Superyo y demás, la verdad no viene al caso. Llamalo como quieras. Pero es verdad que es aquél que tiene una moral más marcada el que más culpa siente (no te pasa, insensible del orto?).

Resulta paradójico que aquella persona que mejor se adaptó a vivir en sociedad, aquella que mejor entiende qué está permitido y qué no, sea la que peor la pasa. Esto es porque cualquier actitud que salga de los márgenes marcados por el Superyo, va a ser castigada. Cómo? haciendo que la persona se sienta culpable. Podrán preguntarse por qué es que una persona que tiene los límites tan claros, habría de salirse de los mismos. Bueno, la respuesta es simple: porque somos humanos, y los humanos la bardeamos big time, all the time.

Pero como si torturarse la cabeza por no haber devuelto un sobrecito de mayonesa que le sobró de cuando se pidió una patynesa no hubiera sido suficiente, quienes cumplen esta condición son también quienes que más se quieren re cagar a trompadas con todos los que impunemente tiran papelitos en el piso y esos colectiveros hijos de puta que te dejan de garpe en la parada un sábado a las seis de la mañana, porque no pueden entender cómo mierda es que cada uno hace lo que se le canta y nadie dice nada. Solo me resta darle la razón a los muchachos de Green Day,

Nice guys finish last.