La verdad, estoy destruido. Para que se den una idea, salí 7:30 de la mañana de casa y acabo de llegar, casi a las doce de la noche. Sinceramente, mis ganas de escribir tienden a cero asintóticamente, pero tengo algo que deseo inmortalizar acá, antes de que se me vaya la poca inspiración que tengo en este momento. Y si eso pasa, realmente sería una lástima. Realmente.
Como saben, hace más de 5 años que estudio en la FIUBA, y últimamente la verdad que venía dejando mucho que desear. Estos últimos años me estuve encontrando cada vez con más y más profesores que lo único que hacían eran cagadas, generando pensamientos que devenían en reggaetones de este tipo. Tipos que no les importaba enseñar. La verdad, estos últimos meses estuve yendo de la cama al living y a la facultad por inercia. Hacía tiempo que no tenía una clase que me dejara con ganas de indagar más por mi cuenta. Hacía tiempo que no me topaba con un profesor que contagiara ganas de hacer cosas, ganas de aprender, ganas de ponerle pilas, ganas de tener más ganas. Hoy tuve mi segunda clase de Industrias 1 (materia papa si las hay) con el ingeniero Leguizamón. Les juro que desde Claudia, mi profesora de Sociedad y Estado del CBC (ya les contaré de Claudia en algún momento), que no tengo un profesor que le ponga tanta garra a una clase. Este tipo hoy me devolvió las ganas de cursar, las ganas de creer que todavía hay gente que le pone ganas al asunto. Dio una clase como sólo alguien comprometido con lo que hace puede dar. En una materia que puntualmente tiene que ver con los procesos productivos primarios (minería y producción de materiales como ser acero, aluminio, etc) el tipo nos dio una clase de conciencia social que no me voy a olvidar nunca. Ojalá lo hubiera grabado para que lo escuchen todos, realmente no tiene desperdicio. Pero si quisiera explicarles lo que disertó, pecaría de simplista. Leguizamón tiene fama de hijo de puta, pero después de la clase de hoy, les puedo decir que más allá de su criterio a la hora de clavar un gancho en un examen, es un tipo que quiere lo mejor para la UBA, lo mejor para el país y lo mejor para sus alumnos.
Huevos. Es lo que hay que tener para estudiar en la FIUBA
Terminó la clase y me fui del aula, como hicimos todos. Estaba casi pisando la vereda cuando charlando con un amigo, le comenté de la clase que había dado el ingeniero. “Debería haberle agradecido”, le dije, y me quedé callado un instante. “Ahora vengo”, agregué. Entré al aula nuevamente y me acerqué a Leguizamón. “Disculpe profesor, quería agradecerle por la clase que dio hoy, no se da una idea de hace cuánto tiempo que no me dan una clase con tanta garra como la que dio usted hoy”, a lo que me contestó “que vos vengas y me digas esto, me da la energía que necesito para seguir adelante”. Fue un momento conmovedor, les juro -y no fue de chupamedias, él no es quien corrige los exámenes de mi cátedra-. La charla se extendió por más de una hora, junto con otros alumnos que también se quedaron escuchando. “Le doy la mano porque yo soy de la generación en la que nos damos la mano, pero sepa que me hace muy feliz que usted venga y me diga esto”. Pude ver en sus ojos la felicidad y no me pesa decir que me dieron ganas de llorar.
Son tipos como este profesor los que te dan ganas de compenetrarte con lo que haces, que te dan ganas de estudiar hasta que te salgan los conocimientos por los poros. Porque aunque a simple vista parezca que estudiar mucho cuesta más que estudiar poco, si lo hacés con ganas, motivación, y te comprometés a entender y aprender, no solo a aprobar, podés estudiar cuatro, seis horas por día y te va a costar menos que sentarte treinta minutos a la semana a estudiar algo sin ganas, y verdaderamente vas a aprender. Al terminar la materia vas a sentir que no estás en el mismo lugar que cuando empezaste. Créanme lo que les digo. Compenétrense con lo que hacen. Empápense de eso que los ocupa y dejen todo en cada cosa que hagan, porque si hay algo que merece ser hecho, entonces merece ser hecho lo mejor posible. No perdamos el tiempo, que la diferencia la hacemos nosotros.
Qué buen post Tyler!
ResponderEliminarQué grande Leguizamon, bien vos en reconocerlo.
Estas cosas ayudan a creer que es posible un "mundo agradable" como diría seru giran.
Muy conmovedor este post, siempre tan ¡up! usté y mire con lo q m sale :)
ResponderEliminarGENIAL.
Decirte que me ha pasado algo similar en los años que llevo dentro de la facu, de hecho, creo q todos pasamos por lo mismo, un momento de estar "en lo mas alto y el mas alla del resto", luego decae, aun intentando cumplimentar la maxima HernanCairística y su "...q no decaiga...", y mas luego en el fondo -del aula y de la tabla de posiciones- para que venga un Ingeniero Naval, por ejemplo, o sea, un boludo el tipo, a dictarnos las mejores clases a las q asisti en mi vida, porq ademas de aprender que corno es el diagrama Hierro-Carbono el grado de humanidad está libre de Hidrocarburos.
Y si, el tipo nos agradece y nosotros a el... un circulo virtuoso, la buena vibra, y eso hay q decirlo, Enzo, y hacerlo correr por el aire.
Besote, Sr! Me gustó mucho este post, creo q es la segunda vez q lo digo, y es real (:
Qué grande, te felicito por haber tenido esa actitud.
ResponderEliminarSaludos.
Que bien...
ResponderEliminarNo suele haber muchos profesores de esa calidad, pero es bueno encontrarlos.
Todavía hay gente comprometida con lo que hace, de la que como digo siempre necesita la sociedad entera para salir adelante.
bueniiiisimo!
ResponderEliminarciertamente me paso con muy pocos profesores que te contagiaran todas esas ganas de matarte estudiando, la verdad que esos tipos escasean, bien por vos en ir y decirselo
un abrazo Tyler!
Espero que sigas opinando igual Nico después de que corrijamos los parciales je je
ResponderEliminarLegui es un grande, espero que no se tarde tanto en ponerlo como director de la carrera.
Un abrazo, Ale.
Odio sacar conclusiones apresuradas, pero a veces me gusta dejarme llevar por mi intuición y las ganas de que algo sea de determinada forma. Y este tipo me pareció genuino.
ResponderEliminarMe contó cosas que no da publicar en un blog por una cuestión de respeto, pero nos conmovió a todos.
Ale, que sorpresa que leas el blog! Cada vez son más las veces que me entero que alguien quien no creía que siquiera conociera el blog, resulta que lo lee! Y eso, eso me hace muy feliz! Ojalá vuelvas!
Es totalmente logico y hasta admirable que le hayas agradecido.
ResponderEliminarA mi me pasaba cuando estudiaba y muy pocos te daban esas ganas de continuar adelante (asi le podriamos decir)
Totalmente de acuerdo con lo dicho en el post, la verdad fue una genialidad de clase... me sorprendio que se extendio mas de una hora de lo q correspondia y ni una sola persona se retiro del aula, eso da la pauta de q realmente valia la pena escucharlo.
ResponderEliminarBuen gesto el tuyo nico... saludos
¡Qué grande! Hasta a mi me dieron ganas de volver a estudiar.
ResponderEliminarMientras leía pensaba comentarte que todo esto que pensabas se lo dijeras al tipo en algún momento, porque pocas cosas habrá tan gratificantes como recibir el reconocimiento de los alumnos, sobre todo en facultades tan bastardeadas como las UBA. Me alegra que lo hayas hecho.
Y huevos hay que tener para estudiar en Sociales, jaja!
Que suerte que tenes, yo hace mucho que no tengo a un profesor así. Recién ahora tengo a uno de ese estilo, después de mucho tiempo. Además ya tengo esa fiaca acumulada y las ganas imperiosas de acabar de una vez la carrera.
ResponderEliminarSaludos
igualmente...mas tarde o temprano lo vas a putear.. a mi me paso.. a el..a todos. (si, soy pesimista, y que?)
ResponderEliminarEs que las cosas hechas con PASIÓN hacen el diferencial
ResponderEliminarCreo que tuve la suerte de tener muy buenos profesores y muchos, clases alucinantes que sentis que te cambian la vida.
ResponderEliminarLo bueno y lo malo de la UBA es que junta eminencias con tipos que están ahi sólo para engrosar curriculum.
Buenas
ResponderEliminarGenial el post!! Espero toparme con uno de esos profesores. Se a lo que te referis, pero son pocos es verdad y quisiera encontrarme con alguno así más ahora que nunca!
Es una suerte tener profesores así, aprovechalo!
Saludoss
Que buena onda!!! El año pasado me pasó algo igual y tuvo una importancia determinante en mi vida. A veces uno no se da cuenta lo profundo que le podes llegar a las personas, espero que si algún día tenemos la suerte de dar clases (por la vocación que sentimos) no nos olvidemos de esto. Estuvo muy bien que se lo dijeras, yo seguiré probando con las manzanas jaja. Besos
ResponderEliminarque buena onda el blog!!! si.. hay que tener huevods para ir a la fiuba... asi estamos..
ResponderEliminarHola, me encantó. Por suerte yo puedo decir que siento eso con casi todos mis profesores, aunque estoy en primer año (Comunicación - UBA), quizás más adelante empiece a descepcionarme. Y varias veces pensé en escribirle a una profesora en las fichas (que nos hacen entregar para comprobar la asistencia) lo mucho que me había gustado la clase. Tal vez la próxima lo haga.
ResponderEliminarSaludos
La verdad que sos un tipo que no tiene ni la menro idea de lo que habla, leyendo lo que escribiste me dieron nuaceas. Por favor, sabés quién es realmante ese supuesto paladín de Leguizamon?? no, relamente no lo sabés, sino no escribirías la sarta de pavadas que escribiste.
ResponderEliminarPara tu conocimiento te digo, que el tipo es una verguenza, deberían haberlo echado de la facultad hace mucho, incluso estuvieron a punto de hacerlo, averigua y contame.
De donde estuvo se fué y se fue mal, en otras catedras de la facultad y en su gestión como profesional.
Te djo a vos, si te considerás capaz, investigues a este "hombre" y tegnas el valor de publicar los resultados!
Y te comento como egresado de la fiuba, que no hay que tener huevos para ir a la faclutad, ni ser ingeniero, ni se deben necesitar terceros que te den ganas.
Se hace por uno mismo, si no te da flaco, asumilo, no te da y punto, y creeme que los hchos dicen que no te da, si pasaste 5 años para llegar a industrias I, es una clara muestra de que no te da.
Gente como vos, con su poco rigor y concoimiento, su conformisno y mediocridad, desvaloran la profesión y nos denigran.
Por favor, dedicate a otra cosa, escribir pavadas es una opción, sobre todo en este pais, donde eso es la unica condición para ocupar un lugar en los medios de comunicación.
Me averganzas, por favor dedicate a otra cosa!