sábado, 31 de diciembre de 2011

Si pudiese darte algo, te daría voluntad.

Estimado 2012:

Al que la pone poco, dale sexo
Al que no tiene un mango, dale laburo
Al que está triste, sacale la tele
Al estresado, sacale el reloj
Al desesperanzado, abrile las persianas
Al que tiene sus vicios, dale voluntad
Al que le sobra el tiempo, sacudilo
Al que no tiene planes, dale lápiz y papel
Al que no encuentra motivación, dale pasión
Al que sufre, dale esperanza
Al que no se anima, dale fuerza
A mi, dame una bici nueva


En este 2012 Hacé. Probá. Equivocate. Animate. Disfrutá. Sonreí. Festejá. Pero sobre todo Activá. Que el tiempo no nos agarre con la guardia baja. Tarde o temprano todos concluimos lo mismo. Viví que la vida se nos va y cada momento es único. Arranquemos el año como se debe, bien arriba.

Les deseo lo mejor a todos. Gracias por leer y por poner siempre buena onda. Que tengan la voluntad para salir a hacer cumplir sus sueños. Muy feliz 2012!

domingo, 25 de diciembre de 2011

Christmas review

Mientras hago la digestión de los restos de comida de anoche que acabo de volver a ingerir con motivo de almuerzo, por qué no escribir una breve reseña de lo que fue esta navidad? Porque a nadie le interesa podría ser un motivo razonable pero

bitch please.



Así que acá va:


The morfi
La comida resultó altamente satisfactoria, se lleva el premio a la mejor ensalada la de remolacha, choclo y mayonesa. Sinceramente estupenda, una cosa de otro planeta. En el rubro carnes, el vitel tonné se vió opacado por la fuerte presencia de las pechuguitas de pollo con salsa de arco iris que hizo mi tía, que se lleva sobradamente el premio a la mejor carne fría, aunque el matambre supo dar batalla. Para los que se preguntan, acabo de inventar el nombre de la salsa. En cuanto al postre, supo participar una ensalada de fruta pero nada tuvo que hacer debido a que horas antes de ser servida se filtró el rumor de que en el freezer había helado y ya nadie quería esa mugrienta ensalada.

The fireworks
En casa no somos de comprar. Desde que ninguno de los primos nos vamos a dormir cuando empieza el horario de protección al menor que no compramos fuegos de artificio, así que este año no fue la excepción y nadie trajo ni un fosforito. Ni siquiera mi tío Raúl que siempre se pone con alguna pavada como para demostrarle al vecindario que no somos tan pobres como creen. Sin embargo, hace ya cuatro navidades que se volvió tradición el lanzamiento de globos aerostáticos, y cada navidad Rauli nos provee de una copiosa cantidad de globos para que toda la familia sienta la adrenalina de poner un satélite en órbita. Es un evento que nos atrae a todos por igual. Lógicamente a muchos les importa tres pitos cuán lejos llegue el dispositivo, en cambio esperan apasionadamente que se prenda fuego algo que no se supone que tenga que prenderse fuego. Y normalmente así es, la navidad pasada de los tres que largamos, uno se fue a la pileta de un vecino, otro se metió en un balcón y solamente uno vivió para subir siete metros hasta alcanzar una ráfaga de viento que lo hizo dar tres mortales para luego caer en picada en un descenso poco controlado y altamente pirotécnico. Pero esta navidad ocurrió un evento realmente asombroso. He aquí el video.









The fiesta
No se como manejan ustedes el asunto de las fiestas navideñas. Pero hace tres navidades que opté por no hacer planes porque nunca puedo cumplirlos. Si es ir a una fiesta, nunca entro. Siempre termino haciendo puerta como un gil pensando que se me va el pedo y que me viene el sueño, y sinceramente acá en la redacción estamos cansados de esa farsa. Así que nos quedamos con los primos jugando juegos de mesa. El juego por excelencia fue el Palabras Prohibidas, en el cual mi primo Guido demostró tener especiales habilidades para describir cosas. Por otra parte, mi prima Reni resultó ser ultra vigilante a la hora de controlar que nadie haga trampa. Igual todos hicimos un montón de trampa. A pesar de eso, perdí como un miserable. Siempre pierdo en los juegos de mesa. Soy una persona ludicamente torpe, qué se le va a hacer.

Espero hayan tenido una linda navidad. Y si no la tuvieron no se preocupen que igual la papa es año nuevo. Saludos, terrícolas!

sábado, 24 de diciembre de 2011

Queda usted formalmente saludado.

Estimados, esta navidad no va a haber mensajitos para nadie. No se confundan, eso no quiere decir que no los quiera ni que no sea cristiano, aunque tal vez ambas también sean ciertas. Solo quiere decir que mandar mensajes es algo que me demanda un esfuerzo excesivo, más en estas épocas donde cada mensaje hay que escribirlo tres veces para mandarlo una y que llegue siete. Así el crédito de mi modesto celular no rinde. Entonces, más plata para ellos, menos crédito para mi? Que soy, gil yo? Bueno, en la redacción creemos que no, que no soy un gil, por eso no vamos a mandar mensajitos navideños este día ni el día de mañana. Tampoco va a haber villancicos sonando en mis parlantes porque son nuevos y no quiero infectarlos con música de mierda, sino después cuando ponga Flema va a sonar todo mal. Ah, no, tampoco creo que vayamos a ninguna fiesta porque estoy cansado de quedarme haciendo puerta, así que nada de estresarnos por activar en una fecha donde activa hasta el más quedado. No. Nosotros activamos siempre, si hoy no activamos es porque nos pinta. De todas formas, no dejen de avisar si se enteran de una fiesta que valga la pena, o si se enteran de una que sea realmente un desastre y necesite de nuestra presencia para descontrolar el ambiente. Si se aburren y están cansados de tantos villancicos, pueden llamar y les diremos qué hacer. No, no va a haber regalos ni para nosotros, así que no vengan con pretensiones. En caso de que quede alguna duda: no vengan, eso tampoco porque acá se junta toda la flia (que aprovecho para mandarles un saludo grande y decirles que no se preocupen, que ya encontré el TEG así que van a poder ver en persona el famoso triple uno, tiro cuya técnica domino a la perfección. No confundir con el famoso triple seis, con ese ni nos vimos). Casi que me olvido pero no, así que acá va:

Feliz navidad para todos! Los quiero mucho, no se esperen mensajes y mucho menos llamados, pero sepan que en algún lugar del mundo hay alguien que los quiere banda, y en otro lugar algunos juegan al TEG en familia... y también los quieren un montón.

Considérese usted formalmente saludado por esta navidad.

Atte.,
La redacción

lunes, 19 de diciembre de 2011

Respuesta al problema de las heladeras LOCAS

Bueno, antes que nada quería agradecer a todos los que se coparon mandando las respuestas al mail. Sé que a veces es una paja abrir la casilla de mail para realmente hacer algo en lugar de apretar F5 F5 F5 como un idiota. Bah no se a ustedes pero a mi me pasa, sufro esa patología. Entonces como les decía, gracias por coparse. Si me dicen que les cabe tal vez cada tanto puedo plantear así algún problemita para poner a trabajar las neuronas.

La mayoría captó bien la idea del planteo. La onda era aplicar los conocimientos a la vida real y salirnos del pizarrón, por eso decía "desarrolle" y muchos realmente le pusieron onda a la explicación. A pesar de que algunos estuvieron medio desorientados, muchos contestaron bien. A continuación va la respuesta, que debo decir que tiene un poco de lo que dijo cada uno, no puedo decir que la respuesta sea enteramente mía sino que es el resultado de la colaboración de todos.

La respuesta que voy a dar podría ser técnicamente más compleja y con más detalles, pero la idea es hacer las cosas simples de razonar así podemos entender el fenómeno sin perdernos en tecnicismos y extrapolarlo a otra situación similar si alguna vez  lo necesitamos. En otras palabras: la idea es aprender y que nos sirva.

El problema era el siguiente:

Tengo dos heladeras idénticas y a la misma temperatura: una vacía y otra con cosas adentro, todas las cosas a la temperatura de régimen de la heladera (supongamos que la heladera está a 5°C, entonces las cosas también están a esa temperatura). Cuál consume más? Justifique y haga las aclaraciones que crea pertinentes. 
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Como dije antes, la idea es representar una situación cotidiana y aplicar los conocimientos para resolverla. Todos tenemos una heladera en casa que a veces está vacía y otras veces llena, entonces la idea era averiguar qué nos convenía más para ahorrar energía y, consecuentemente, unos mangos, por lo que ambas heladeras se abrían y cerraban igual cantidad de veces en igual cantidad de tiempo.

Cuando una heladera está cerrada y todo lo que tiene adentro (sea esto comida, birra, rolitos porque a la noche vienen los pibes o simplemente aire) se encuentra a temperatura de régimen, entonces el único calor que ingresa al recinto es aquel que lo hace desde el exterior (digamos, la cocina) mediante las paredes de la heladera hacia el interior de la misma debido a diferencia de temperaturas que existe entre la cocina y el interior de la heladera.

Por lo tanto si el calor que entra depende de la diferencia de temperaturas y y la diferencia es la misma, entonces entra el mismo calor a ambas, así que las dos heladeras tienen que consumir la misma energía para mantener la temperatura.

El problema viene cuando abrimos la heladera. Acá ocurren dos fenómenos que son relevantes: el ingreso de aire caliente y la inercia térmica.

Ingreso de aire caliente
Al enfriarse el aire de la heladera, el aire ocupa menos volumen y crea vacío dentro. Nunca les costó abrir el freezer si justo lo acababan de cerrar? Es por esta diferencia de presión que genera el aire al enfriarse y, como el volumen del freezer no se achica, sentimos como que el tipo "chupa" hacia adentro. Por eso al abrir nuevamente la puerta, el aire caliente ingresa a la heladera. Por lo tanto cuanto más aire tengamos dentro, mayor va a ser el ingreso de aire caliente cuando abramos la puerta, lo que haría que la heladera tenga que volver a enfriar ese aire (que ingresó a temperatura ambiente) hasta alcanzar la temperatura de régimen. Este fenómeno favorece a la heladera llena debido a que tiene menos aire dentro.

Inercia térmica
En criollo, inercia térmica es algo así como "la resistencia de un cuerpo a calentarse o enfriarse" y depende (como bien supieron decirme ustedes) del material y la masa. Respecto a este fenómeno, desafortunadamente nuestra heladera vacía vuelve a perder ya que aunque el aire sea un buen aislante y no conduzca el calor con facilidad, la heladera vacía tiene mucha menos masa de aire que la heladera llena que seguro tiene birra y algún que otro pedazo de asado (se notan las vacaciones que tengo encima?), por lo que al abrir la heladera un determinado tiempo, la heladera llena va a calentarse menos.

Entonces la respuesta de parcial sería que la heladera llena es la que consume menos. Pero mis queridos amigos, no cometamos el error de pensar que esto quiere decir que conviene tener la heladera llena. Esto no es así. Porque la verdad de la milanesa es que si tenemos algo adentro es para después sacarlo y entrarle, y si lo sacamos y le entramos la vamos a pasar bomba pero además vamos a "sacar todo el frío" (me tomo licencia para decir esa burrada) y ese lugar lo va a ocupar aire caliente. Por lo tanto, lo que nos conviene es tener el freezer lo más lleno que se pueda dentro de nuestras posibilidades. Esto se logra teniendo un freezer del tamaño que realmente necesitamos. Si el que tenemos es muy grande y nunca lo llenamos, entonces conviene llenar esa parte que siempre nos sobra con, digamos, botellas con agua (y acá le doy crédito 100% a Juan Ignacio Gonzalez que fue quien tiro esta posta y no se si quiere que diga su nombre pero bueno, Juan, si te molesta decime que lo sacamos y te compensamos con una bolsita de palitos de la selva pegoteados porque el calor está que no se aguanta).

Y bueno, listo, qué más quieren? Ah sí la yapa! Bueno, la cuestión es que solo se puede pasar por la izquierda porque si se pudiese pasar de los dos lados, entonces cabría la posibilidad de que dos autos quisieran pasar al mismo tiempo y por los lados a la vez, digamos para hacer el ejemplo bien obvio, un bondi y choquen al querer ocupar el carril de este último. El hecho de que sea "por la izquierda" y no por la derecha es, como bien dijeron casi todos, porque la ubicación del volante a la izquierda hace que sea más fácil estirar el cogote para ver si es posible pasar (sobre todo en la ruta cuando hay un solo carril).

Uf, no se dan una idea de lo que me cansó escrbir esto. Parece una boludez pero cuando te faltan los números y lo único que tenés son palabras, a veces cuesta expresar las cosas de forma unívoca. Así que nada, falta poco para fin de año y espero escribir alguna otra cosa antes de que empiece el 2012, a ver si explota el mundo y lo último que escriba resulta ser esta ñoñada... no da ni un poco.

Espero que el ahorro de luz se vea reflejado en un montón de birra para pasar las fiestas como corresponde. Nos vemos en disney.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Problema de ingenio: Heladeras LOCAS

Bueno, hoy me levanté resoluble. Así que, sin vueltas, les traigo un problemita dedicado especialmente a todos los niños ingenieros que se creen mejor que el resto, que creen que son una raza superior y que tienen una forma de pensar que los demás no, que saben estudiar como nadie y que es ese mismo nadie el que no tiene idea de lo que es quedarse un finde encerrado haciendo integrales porque nosotros sí sabemos lo que es sufrir. Así que si vos caés dentro de esta descripción y tenés un poquito de amor propio, espero que me mandes un mail a proyectofiubablog@gmail.com con la solución. Tienen hasta que se me cante publicar algo más, que no creo que sea más de una semana aunque puede que sí.

No es un problema de pensamiento lateral, así que no se preocupen que es algo que pueden resolver con un poco de sentido común. Espero que les gusten los desafíos y ojalá la casilla rebalse de mensajes, pero si me preguntan a mi... yo creo que les pesa, pero está en ustedes demostrarme equivocado.

Como dije, las respuestas a proyectofiubablog@gmail.com porque esto no va a tener comentarios habilitados.

La cosa é así:

Tengo dos heladeras idénticas y a la misma temperatura: una vacía y otra con cosas adentro, todas las cosas a la temperatura de régimen de la heladera (supongamos que la heladera está a 5°C, entonces las cosas también están a esa temperatura). Cuál consume más? Justifique y haga las aclaraciones que crea pertinentes. 
Yapa: En la calle con el auto, por qué solamente está permitido pasar por la izquierda?

La mejor respuesta la publico, si es correcta, la publico. Espero que no les pese.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Mucha gente tiene muchas responsabilidades y a veces eso es muy importante.

A lo lejos suena la bocina siempre estruendosa y el tren asoma por la curva, señal de que la espera había terminado. Al parecer el servicio de trenes no andaba bien ese día (nunca lo hacía) y, como de costumbre, el tren llegó repleto hasta el último centímetro, tan repleto que el conductor permitió que algunos intrépidos viajasen con él siempre y cuando le ceben unos mates. Todos en esa estación tenían cosas muy importantes que hacer y no estaba en los planes de nadie dejar de hacerlas porque a un tren se le ocurrió llegar con demora. De última, la responsabilidad es una decisión propia, no del señor que tiene la concesión del transporte público.  Algunos, muy pocos, los más pacientes, esperaron el próximo con los dedos cruzados, pero no el protagonista de esta historia. Él no tenía ni el tiempo ni la paciencia para esperar el próximo.

Las puertas se abrieron y la gente se apresuró a buscar lugar en la poll position, es que hay que apresurarse cuando las puertas se abren para poder conseguir un lugarcito entre la multitud apretujada. El primero en bajar (y el único) fue un vaho a sudor concentrado que a juzgar por su presencia parece llevaba allí un buen rato. La gente empezó a entrar, y también nuestro protagonista. "La capacidad del vagón depende de la fuerza que tenga el último para entrar", se dijo, y soltó una sonrisa que desentonaba con los demás. No es fácil sonreír a esas horas de la mañana, requiere constancia y entrenamiento, horas frente al espejo practicando: primero la comisura derecha y luego la izquierda para empezar. Cuando se domina ese movimiento de forma individual luego la tarea es probar con las dos a la vez, pero lo más difícil de todo es que parezca natural, y para eso hay que entrenarse por dentro.

La bocina siempre estruendosa se hizo notar otra vez, las puertas se cerraron y todas esas toneladas de acero y responsabilidades se pusieron en marcha. Él, nuestro protagonista, se abrió paso entre almas apretadas hasta encontrar un lugarcito en el pasamanos que le permitiera sacar el su libro y sumergirse en ese otro mundo que siempre llevaba en la mochila. El vaivén del vagón apelmazaba las personas unas contra otras en lo que parecía un baile coordinado, solo que sin todo lo lindo que tiene bailar. En el vaivén, él, que estaba de frente a la ventana, sentía contra su espalda otra espalda que al principio pensó que era una mochila y se apresuró a molestarse y pensar que la gente es desconsiderada y que no puede ser que sabiendo que estamos todos apretados, algunos todavía tengan la costumbre de no sacarse la mochila. Se dio vuelta y fue la razón quien le dio la espalda al darse cuenta que en realidad quien lo rozaba con la marea era una muchacha. Se sintió un idiota por un momento y casi al mismo tiempo un estúpido intolerante, pero volvió a zambullirse en su mundo de bolsillo solo para que el roce lo sacara de los pelos de allí y lo devolviese a la realidad "salí de ahí, esto es acá y ahora", sonó casi como un reto. El choque de espaldas dejó de ser un choque y se convirtió en una caricia intermitente, de esas que uno extraña cuando no están y que cuando están nunca son suficientes. El gusano de acero, lleno de personas llenas de responsabilidades abandonaba la estación de Nuñez cuando la intermitencia dio lugar a un roce casi continuo. Nuestro protagonista sentía como los omóplatos de la muchacha rozaban los suyos y como también lo hacía la cola. La suya le quedaba justo por la mitad de la de ella, por lo que pensó que era un poco más bajita. Debía tener una cintura pequeña, de esas que caben en las manos de quien tiene la suerte de hacer la prueba, pues el contacto era entre los omóplatos y la cola, dejando en el medio un abismo. A él le hubiese encantado darse vuelta y probar, pero las normas dicen que eso no se hace y las normas hay que cumplirlas, así que controló sus ganas y se volvió a su mundo de bolsillo. Bah, abrió el libro y lo miró un rato, pero ya no podía zambullirse. Tenía la mente en el mundo real, más precisamente en el vagón, más precisamente en la chica de atrás, más precisamente entre el omóplato y la cola. Y sus sentidos.. bueno, también estaban ahí todos juntos entre el omóplato y la cola, que hacían de puente entre ese ser que creía conocer desmedidamente más de lo que realmente conocía y desproporcionadamente menos de lo que él hubiese querido. Pero nuestro protagonista nuca se creyó el cuento de la realidad. Se dijo que la realidad era lo que uno quisiese, después de todo nadie iba a decirle cómo tenía que vivir las cosas.

El tren se sacudía y también su imaginación. Pero a veces a esta nos pide que le robemos una ayudita a la realidad (que es lo que uno quiere que sea) y entonces volteó movido más por el impulso que la razón y fue entonces cuando ellos, los dos, cruzaron miradas (ella también había volteado aunque no sabemos bien por qué). Unos ojos verde esmeralda  le dieron de qué aferrarse cuando el pasamanos lo había abandonado y se miraron dos segundos que parecieron una eternidad. Hubiera jurado que fue una eternidad si no hubiese sido por el paisaje que avanzaba borroso detrás y ella, en primer plano y por ese instante que duró dos segundos y una eternidad, vació el vagón de gente y responsabilidades para llenarlo de vaya uno a saber qué, que le hizo ilusión. Pero en el mundo real los dos segundos fueron solo dos segundos, y volvió a bajar la cabeza para pasar de hoja, pero en lugar de mirar una palabra y después la que le sigue (así es como se lee), sus ojos las pasaban por alto sin prestarles la atención que se merecen. Es que quería apurar el libro para poder contemplarla. "Cuando ese mundo de bolsillo se convierte en una obligación entonces es mejor dejar de leer", se dijo con mucha razón y lo guardó en la mochila para sacarlo en algún momento en el que el mundo real no fuese tan interesante. Pero en ese instante esta chica tuvo toda su atención y el viaje nunca duró tan poco.

El tren, que siempre hace el mismo recorrido, llegó a retiro y abrió sus puertas para que bajaran todos. Primero lo hizo el vaho, como de costumbre, luego la gente con más responsabilidades primero y los más despreocupados después, a excepción de algunos que habían quedado atorados en medio del vagón cuya prisa transformada en inquietud se propagaba por el océano de gente hasta sacudir al que pide los boletos en el extremo del andén. Los dos bajaron y se unieron a la procesión de zombies que se zarandeaba lentamente de un lado al otro cubriendo cada centímetro de la terminal. Por un momento la perdió de vista y se preocupó porque todavía no se había decidido por no hacer nada, pero por suerte la encontró unos metros delante de él, y entonces la vio bailar mientras todos se balanceaban sin mucha gracia, y entonces volvió la ilusión y lo sumergió en el cono del silencio donde es reina la indecisión.

El funeral (que siempre ocurre de lunes a viernes en la terminal) prosiguió como de costumbre mientras todos avanzaban hacia los molinetes que les darían a cada uno la libertad para seguir siendo responsables pero con un poquito más de soltura y despegarse así del resto sin más sentimientos que el de alivio y tal vez un poco de ganas de ver el sol. Todo eso a cambio de un cartoncito impreso es una ganga y él también lo creyó así. Pero lo que sea que ella haya pensado jamás lo sabremos porque al llegar al boletero, él (que, como dijimos, mucha paciencia no tiene) saltó el molinete esquivando la cola y la perdió de vista para siempre. Es que mucha gente tiene muchas responsabilidades y parece ser que eso es más importante que muchas otras cosas.





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