Banda: Dos Minutos
Disco: Valentín Alsina (1994)
Temas: (Al final del post)
Era otro sábado cualquiera por allá en el barrio obrero de Valentín Alsina, cuando Walter volvía de laburar en una fábrica de autopartes. Después de fichar, se despidió de su compañero de trabajo, con quien tomaba unas cervezas de vez en cuando. "Hoy no puedo acompañarte, viejo, tengo a mi mujer esperándome para cenar", le dijo. Walter habría enfilado para su casa de no ser porque era sábado, y los sábados tenía otros planes. Salió del laburo y se fue directo a Pequeño París, un puterío de la zona donde mujeres de aranceles económicos exhibían sus atributos de manera sucia y desprolija, en busca de novedades -no suele haber muchas cuando se trabajan turnos de doce horas, seis días a la semana-. “Odio laburar”, solía repetirse a sí mismo, una y otra vez, mientras caminaba esas diez cuadras hasta la parada del colectivo.
Al llegar, preguntó por Laura; una prostituta con quien compartía algo más que noventa minutos de sexo sin amor, no era simplemente otra mujer, para él eso era terapia. En un telo barato sonaba una canción de amor, mientras ella escuchaba como Walter hablaba casi sin detenerse sobre los problemas que tenía con su esposa, con quien ya no se llevaba como antes, él la notaba distante, pero aún la amaba y, por más contradictorio que suene, quería remediar la situación. Compartieron una ginebra y para cuando se hizo la hora de volver, él ya estaba medio tocado. Eran las dos de la mañana cuando arrancó para su casa, solía quedarse hasta más tarde, pero esta vez la ginebra le pegó de más.
Desató el alambre de la rudimentaria reja y caminó unos metros hasta la entrada. Abrió la puerta y se hizo paso entre catorce botellas de cerveza vacías que pululaban por la sala de estar. Creyó escuchar ruidos. Sea quien fuere que haya entrado, parecía no haberlo hecho por la puerta, la cerradura estaba perfecta. Tan silenciosamente como pudo, se acercó a la habitación donde habitualmente dormía con su mujer. Puso la oreja en la puerta y pudo escucharla jadear. Fue un segundo, un segundo donde la ira lo poseyó por completo. En un arrebato de cólera, abrió la puerta de un golpe y ahí los vio, los dos en la cama; era su mujer teniendo sexo con su compañero de laburo. Ella se volteó y alcanzó a taparse con la sábana -como si él no se hubiera dado cuenta- pero era demasiado tarde. Que mala suerte. No, la suerte acá no tenía nada que ver.
-Yo te puedo explica…
- Qué carajo me vas a explicar, me querés decir?! Que, se tropezó y se cayó encima tuyo en pelotas?! Ya no sos igual…vos…vos no confiaste en nosotros - era una situación de mierda para todos en esa habitación - Y vos hijo de puta no te hagas el gil, cagón! Vení que te voy a matar hijo de puta!
Agarró la 22 que guardaba en el primer cajón de su mesa de luz, y lo corrió hasta la puerta, donde se trenzaron a piñas en una escena un tanto confusa. Todo parecía ocurrir rápidamente cuando, en medio de la pelea callejera, un estruendo ensordecedor detuvo el tiempo por un instante que pareció prolongarse infinitamente. Walter se tomó el estómago, y pudo sentir como la sangre brotaba. Pudo sentir en su boca ese sabor metálico, ácido, como caramelo de limón. A lo lejos se escuchaban las sirenas de la barricada policial. Aturdido por sus sentimientos encontrados, cayó tendido en sobre el asfalto, con los ojos abiertos de par en par y un amor suicida el pecho.
Temas: 1)Valentín Alsina 2)Canción de amor 3)Que mala suerte 4)Novedades 5)Odio laburar 6)Amor suicida 7)14 botellas 8)Vos no confiaste 9)Barricada 10)Otra mujer 11)Como caramelo de limón 12)Demasiado tarde 13)Pelea callejera 14)Arrebato 15)Ya no sos igual
Otras Discórias:
Sentite libre de hacer cuántas discórias quieras; si lo haces, por favor hacé mención de los créditos a proyecto FIUBA y dejá algún link de referencia a la página. Gracias por leer!
el cuento me encantó... muy sensorial...
ResponderEliminarY - por supuesto - el hecho de que haya sucedido en Valentín Alsina, me saca una sonrisa...
2 minutos! Me trasladé a mi pre-adolescencia por unos instantes.
ResponderEliminarBesos,
Minnie.
muy bueno che, me encanto
ResponderEliminarque buena banda 2 minutos
un abrazo!
Qué disco! Qué discória!
ResponderEliminarSe me piantó un lagrimón..
"Aturdido por sus sentimientos encontrados, cayó tendido en sobre el asfalto, con los ojos abiertos de par en par y un amor suicida el pecho."
inmejorable.
tremendo post loco, alto disco!
ResponderEliminarme gusto la historia de Cornelio
Muy bueno el cuento!!
ResponderEliminarBesos!
No sè quièn es Alsina.
ResponderEliminarPase!
ResponderEliminarNo mentira, muy buen disco que epocas la puta madre.
bue ni si mo che!
ResponderEliminarsi se prenden un par de neuronas hago algo
Abba: Gracias! Sos de ahí?
ResponderEliminarMinnie:Uf, que épocas aquellas, casí que me calzo un parche en la campera de jean
Figo:Gracias por el aguante!
Lin:Gracias por el comentario lin, y mil disculpas, no quise hacerte llorar :)
lito, terminé: Disco de esos que marcaron un antes y un después
gracias por el aguante vos también!!
doritos: gracias señorita!
Sista: Sentite jóven :)
Knox: Maldito flogger! jaja
Cl:Dale, copate!
Por supuesto, Tyler.
ResponderEliminarJOJOJOJO, son todos viejos acà.
(??)
Cooof, cof, no, Hermana, yo también soy muy joven.
ResponderEliminares Ava... (son putos los de Abba... jajaj)
ResponderEliminarSoy de Lanús, Valentín Alsina yace en mi partido y he tenido mis noches de bares Alsinenses... y sigo teniendo.